martes, 5 de junio de 2012

Un dia en Ibbenbürem...

Siempre que he venido a Alemania ha sido un viaje meramente de negocios y "trainning". Pero esta vez ha sido tan distinto que os quería transmitir la
Tranquilidad y Armonía que he recibido durante todo en dia... Y que tanto necesitaba...

Despues de no dormir apenas en la
Noche, el taxi me recogió a las 6 de la mañana con destino T2. Mi cliente ya había hecho checking y yo también... Por separado... Chachi!!! He descansado y desconectado. Vuelo a Amsterdam.
Y de ahí 2 horas de agradables paisajes y apacible conversacion hasta llegar a la Compañía en Horstel (pequeño pueblecito de Alemania). Despues de un dia tranquilo y de cenar a las 6 sopa de cebolla y espárragos con salmón, cada uno a su habitación, y es la primera vez que puedo
Disfrutar sola ( sola sin compañía, y sola porque las calles estaban vacías) de este pueblecito con tanto encanto.
IBenbürem.

Cada casa tiene un encanto especial, un detalle que delata el amor por las pequeñas cosas, y su forma de vida y su manera de disfrutar de la familia.

La llegada al Hotel ya te adentra en la
Filosofía Alemana de lo
Simple y Practico consiguiendo un ambiente muy acogedor.

Detrás de cada rincón encuentras un espacio con "duende" que me
Hace parar y respirar, disfrutar de ese ratito de paz.

Me llama tanto la atención esos pequeños detalles.

Una forma de plantar que parece puro azar y esta Milimetrimente estudiada la colocación de cada arbusto, de cada lavanda.

Todos respetan al de al lado. No rejas, no vallas...

Pero, realmente me enamore de esta señal, que dice:
Un corazón para los niños. Por favor, maneje despacio.
No os parece genial?

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