jueves, 30 de octubre de 2014

Cris y su corazón abierto hoy asoman su cabecita en Moomadine


Cuando Aida me preguntó si me apetecía escribir en su blog, una sonrisa nerviosa se pronunció en mi cara. Tardé muy poco en aceptar la propuesta y estaba tan ilusionada de poder dejar un trocito de mí en el mejor blog del mundo, que esa misma noche me senté delante de mi ordenador y sin saber como empezar,  las palabras salían como si estuvieran deseando ser liberadas...


La noticia de que venían mellizos nos dejó en estado de "Shock" durante los primeros meses. No sabíamos como íbamos a re-organizar nuestras vidas con dos criaturitas más en casa. Nos preguntábamos... cuál sería la reacción de nuestro hijo Ángel con tan sólo 2 años de edad y padeciendo los llamados "Terrible Two".

Después de una espera agotadora, al fín llegaron Diana y Samuel con 40 minutos de diferencia y cargados de fuerza y reclamos. Estábamos deseando que Ángel conociera a sus hermanos después de haber soportado "la barriga inmensa de mamá que le impedía cogerme en brazos desde hacía meses".
Durante los primeros días de Hospital, la familia se había encargado del cuidado de Ángel hasta que nacieron los bebés, entonces Papá les hizo el relevo para  que sintiera lo menos posible nuestra ausencia en casa.

Deseábamos que Ángel disfrutara de la llegada de sus hermanos (que vinieron con regalos para él), y a pesar de todo... a pesar de mis besos, abrazos y caricias, no puedo olvidar la cara decepcionada de mi niño  cuando vió como Diana enganchaba mi pecho para alimentarse. Quise  achucharle más fuerte que nunca. Dejé a Diana en su cuna minutos después para saciar mi deseo, y entonces  sentí sus manitas apartándome de él... Mi corazón se desbordó.

Cuando volvimos todos a casa comenzaron días colmados de celos, llantos y desafíos, que prometían quedarse durante un largo tiempo... El ritmo de los bebés hacía que Ángel quedara "en espera" y no dudamos en pedir ayuda nuevamente a la familia para distraer su atención mientras Diana y Samuel cogían peso.

El nuevo día sigue amaneciendo intenso, pero sus sonrisas, llantos y miradas multiplicadas por tres, son una prueba evidente de su amor... 

Ellos llenan mi mundo de color.

Gracias por compartir todo de tí... Tus talleres, tus viajes, tu Oliver especial como tú.  

Cristina Caballero



"Gracias Cris por tu olor a Vida y a Amor siempre, y por este post. Un enorme placer. Love U"